Se lleva a cabo con una técnica no invasiva y totalmente segura que permite remodelar las zonas más “rebeldes” que, por norma general, no responden a dietas o ejercicios. Normalmente esas zonas son cartucheras, muslos y glúteos, en los que se aprecia más la celulitis o más volumen del normal, respecto al resto del cuerpo. En concreto, es un tratamiento indicado en personas con problemas de retención de líquidos o problemas de circulación (siempre que no haya problemas circulatorios como varices o flebitis).
El tratamiento se basa en un masaje terapéutico profundo en el que se emplea un mecanismo formado por dos rodillos que se aplican sobre la zona a tratar y produce efecto de aspiración sobre ella. Esto permite amoldar la zona tratada y corregir la celulitis y demás problemas, además de estimular el sistema linfático y la circulación.